Three letters back!

Probablemente ninguno de ustedes lo sepa, pero su servidora tiene un lado oscuro. Muy oscuro.

Hola, soy Mishusina («Hola, Mishusina» responde la audiencia) y soy Fangirl.

Bien, lo dije. Y dicen que el primer paso es aceptarlo. Pero no soy una buena fangirl, en realidad cuesta bastante que algo me haga entrar en ese estado; sin embargo, cuando entro en ese estado es muy difícil que pueda salir de él. No había tenido este problema por un buen tiempo, la rehabilitación estaba rindiendo sus frutos, sentía que estaba llegando a una resolución e incluso había visto algunos capítulos sueltos de la serie que hoy me ocupa sin efectos colaterales… pero entonces apareció aquel maldito maratón de Gravity Falls el pasado domingo y todos mis esfuerzos de permanecer «sobria» se fueron directo al caño.

Me siento bastante mal por haberme resistido a verla tanto tiempo (o sea, lleva casi tres años en emisión) pero si has malgastado tu vida como yo y aún no la conoces, déjame hablarte un poco sobre ella.

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Sinopsis

Los gemelos Pines, Dipper y Mabel, son enviados por sus padres a pasar las vacaciones de verano con su Tío Stan, que es dueño de un pseudomuseo sobrenatural llamado «La Cabaña del Misterio» (The Mistery Shack), lleno de atracciones falsas con las que estafa a los turistas en el pintoresco pueblo de Gravity Falls. Las vacaciones prometían ser largas y aburridas, pero los gemelos pronto descubren que el pueblo es un hervidero de paranormalidad, por lo que ambos se darán a la tarea de desentrañar sus misterios, armados con un antiguo diario que Dipper halló en el bosque y que parece contener explicaciones cifradas a los fenómenos que acontecen, a la vez que intentan averiguar quién es el autor de tan peculiar libro.

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• Título: Gravity Falls
• Autor: Alex Hirsch
• Año: 2012
• Capítulos: 31 episodios y 17 cortometrajes
• Estado: En una lenta emisión

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No es ningún secreto que me encanta Disney (y los cartoon en general), incluso hace poco le dediqué una entrada a sus películas animadas y aún me falta la segunda parte, aunque en lo que respecta a sus series… Admitámoslo, la casa Mickey Mouse lleva tanto tiempo transmitiendo series que solo se pueden catalogar como mierder (cortesía de la brillante Sho) que uno simplemente se aleja de ellas por salud mental. Pero todo cambió cuando la nación del fuego atacó llegó el genialoso Alex Hirsch, creador de este fantástico cartoon que llevó a las trilladas «vacaciones de verano» varios pasos más allá.

Resulta increíble que una serie con semejante calidad argumental provenga del prostituido Disney Channel. No es de extrañar que Disney considere a Gravity Falls como «experimental», pues a pesar de que sigue el patrón de las series actuales y parece presentar capítulos autoconclusivos, en realidad tiene continuidad y cada episodio agrega un enigma más al catálogo de misterios por resolver en una trama compleja e intrigante, con vueltas de tuerca, elementos intrínsecos e ingeniosos cliffhangers, algo que hasta entonces el canal nunca se había atrevido a hacer.

Cuenta con factores sobrenaturales y de ciencia ficción para todos los gustos, y definitivamente sorprende ver que los gnomos, los dinosaurios, los viajes en el tiempo, los zombies, las posesiones demoniacas y las sectas encajan perfectamente unos con otros, proporcionando desde momentos de acción de lo más entretenida hasta situaciones un tanto perturbadoras e incluso dramáticas. No obstante, tiene una comedia absorbente, aguda y ligeramente ácida que deslumbra igual que la misma trama, con la que la alusiones a la cultura popular están a la orden del día. Es más, la mayoría de los títulos de los capítulos son parodias de películas.

Claro que esta serie no sería ni la mitad de brillante sin sus personajes, todos memorables e interesantes a su manera. Admito que una serie que tenga a hermanos como protagonistas me tiene ganada por defecto, sin embargo, el resto de personajes no se queda atrás.

Comenzando por los protagonistas, Dipper y Mabel, que logran elevar mi medidor de adorabilidad a la estratosfera. Dipper (mi indiscutible favorito) es listo, curioso, obstinado y aventurero, y estará dispuesto a todo para descubrir los secretos del diario; mientras que Mabel es hiperactiva, chispeante y desbordante de alegría, cuyo objetivo es tener un romance de verano (y tiene el armario de suéteres más genial del mundo). Ambos podrían parecer polos opuestos, pero lo cierto es que se llevan de maravilla, se cuidan mutuamente y darían la vida por el otro de ser necesario (espero que no «sea necesario» pero esta serie te hace dudar).

Mención aparte para el Tío Stan, un viejo amargado, manipulador y avaricioso que aunque adora a sus sobrinos podría esconder el misterio más grande de toda la condenada serie bajo su fachada de estafador escéptico. Al trío se le unirán los empleados de la Cabaña del Misterio. Por un lado tenemos al simpático Soos, el encargado de mantenimiento, que se convertirá en el mejor amigo y compañero de aventuras de los gemelos; y por el otro tenemos a Wendy, la chica cool dueña de los desvelos de Dipper. Los habitantes del pueblo también tienen lo suyo, ya sea como elemento humorístico o como un ingrediente importante del argumento, y todos son fácilmente identificables.

Pero sin duda uno de los más enigmáticos personajes es Bill Cipher, un poderoso demonio de los sueños con un curioso parecido al triángulo de la providencia (que convierte a la serie en el blanco de innumerables teorías conspirativas). Si bien se conoce prácticamente nada de este personaje, en sus pocas apariciones ha dejado en claro lo peligrosos que puede ser, mientras que los constantes atisbos de su imagen en cada rincón indican que podría tratarse de la pieza clave del enrevesado rompecabezas de la historia.

Hey, look what I can do!

Por si fuera poco, la serie pone a prueba la capacidad de observación del espectador, pues está repleta de señales, códigos, simbolismo y mensajes cifrados que se pueden encontrar prácticamente por donde se mire. De entrada, el mismo opening contiene un mensaje subliminal (!!!), que al escucharse al revés revela la clave con la que se puede resolver el mensaje codificado en los créditos finales, los cuales pueden ser referencias al capítulo en cuestión, alguna pista de lo que está por venir e incluso algún comentario de los creadores que nada tiene que ver con la trama, pero que ciertamente le aporta dinamismo a la serie.

Aunque no sólo hay mensajes ocultos en el opening y los créditos, ya que las páginas de los diarios encierran un sinnúmero de interrogantes y hasta las conversaciones que tienen los personajes pueden tener más de un significado.

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Para no extenderme todavía más, Gravity Falls es genialidad pura, con un argumento inteligente, personajes entrañables, animación soberbia y especial atención a los detalles que puede ser disfrutada por chicos y grandes por igual; incluso me atrevería a agregar que ninguna serie me había atrapado de esta manera desde Avatar, la leyenda de Aang. Sólo me falta enviarle un abrazo a Gin, ya que ver a Mabel girando en su adorable blog inspiró en parte esta entrada.

Y recuerden: La realidad es una ilusión, el universo un holograma, compra oro ¡Adiós!

Yo también, Soos, yo también