¿Qué libros esconden las bibliotecas?

¡Dos semanas sin publicar nada! Sé que no parece mucho tiempo, pero a mí me dio la impresión de quitar un par de telarañas de polvo a la descuidada madriguera al momento de escribir esto.

Resulta que me enviaron a trabajar unos días a un pueblo al que poco le falta para ser fantasma, alejado de cualquier tipo de civilización moderna y… ¡Sin internet! En serio, uno no se da cuenta de lo mucho que depende de internet-sama hasta que se ve privado de él. No obstante, no fue por la ausencia de wi-fi gratis que detesté mi estadía en aquel desamparado lugar.

No me malentiendan, siempre se disfruta de un tiempo lejos del ajetreo citadino y de la tecnología, pero yo no considero en absoluto relajante pasar los días en teatros y fábricas que llevan abandonados más de cincuenta años y con un buen repertorio de historias de fantasmas a su alrededor (y mucho menos en un mes tan sobrenatural como octubre) mientras uno intenta hacer un levantamiento decente del lugar, de modo que, siendo yo tan susceptible a todo lo que provoque el más mínimo susto, lo que más ansiaba era regresar con mi mamá a mi querida y bulliciosa capital.

No hubo día en que no me preocupara la aparición de una de estas

Y eso no es lo peor, no; lo peor es que al parecer pasar tanto tiempo alejada del wi-fi y conviviendo con fantasmas me provocó un terrible bloqueo del escritor y nada de lo que escribo me parece lo suficientemente bueno como para ser compartido.

Es por esto que decidí revivir a la madriguera con un tag. No me gusta mucho hacerlos tan seguido, pero un tag siempre es más fácil de redactar y tengo en espera uno interesantísimo al que fui nominada hace como mil años. Proviene directamente de la brillante mente de Vannert, el autor de la genialosa bitácora Arte, Terror y Rock ‘N’ Roll, y está tan bien pensado que hasta reglas tiene.

  • Hablar sobre 3 libros (no es necesario decir el nombre, el titulo o el autor) que te llamaron la atención, sea porque te gustó o el autor es de dudosa creencia; las razones pueden ser muchas.
  • Mencionar los últimos 2 libros que hayas sacado de la biblioteca o que hayas leído (no es necesario haberlos terminado) y hacer una pequeña reseña.
  • Nominar mínimo a 2 personas y agradecer a quien los nomino.

Vayamos en orden y comencemos por mencionar tres libros que por equis o ye me han llamado la atención. 

El que sin duda encabeza mi lista es uno al que hace poco le dediqué una entrada completa: El libro sin nombre (Cuya reseña pueden encontrar aquí). Son muchos los factores que convierten a este libro en el más misterioso con el que me haya cruzado jamás, obviando por su puesto que el libro no tiene nombre y su autor es anónimo.

En primera lo descubrí uno de los días más tremendamente tristes de mi vida; mi hermana y yo volvíamos a casa después de recoger las cenizas de nuestra primera hijoneja y, como se imaginarán, el sol no parecía brillar para nosotras. En una esquina nos topamos con una librería y para cambiar un poco el lúgubre ánimo que cargábamos ella propuso que entrásemos a echar un vistazo.

Les presento a la hijoneja. No se dejen engañar por su esponjosidad, era un gato malagradecido en el cuerpo de un conejo.

La portada llamó de inmediato nuestra atención porque, a pesar de que se trataba de una de esas librerías nice, el libro tenía más pinta de haber salido de una tienda de segunda mano y para aumentar el misterio, cuando preguntamos por otra copia (esa estaba un poco estropeada) nos dijeron que ese era el único volumen disponible, pero que si deseábamos llevarlo nos harían un descuento especial debido al estado del libro. Incluso nos dio la impresión de que nuestra hijoneja lo había puesto en nuestro camino para superar su pérdida. Después de todo eso ¿Cómo no llevarlo?

Amo la historia que tengo con El libro sin nombre, pero no puedo decir lo mismo de mis otros libros elegidos, los cuales mencionaré aquí solo porque en su momento me parecieron curiosos.

El segundo de la lista es uno de Guadalupe Loaeza llamado Las reinas de Polanco; uno de los primeros libros que leí sin que me lo mandaran en la escuela. Lo encontré por casualidad en una estantería de mi casa y aunque la portada me llamó bastante la atención lo que me hizo querer leerlo fue la autora, pero no por las razones que piensan. Si bien Loaeza es una reconocida y polémica columnista mexicana, en el momento en el que yo descubrí su libro no tenía ni la más remota idea de quién era ella, sin embargo en aquel entonces yo apenas comenzaba a fijarme en los autores y ese fue el primer libro escrito por una mujer que me leí.

Por último, para terminar ya con el primer punto, está un diccionario que descubrí cuando yo era una pulga mucho más diminuta de lo que soy ahora. Lo recuerdo porque, luego de tres mudanzas casi consecutivas, los libros de mi padre llevaban ya demasiado tiempo en cajas y cuando llegó la hora de sacarlos pidió mi ayuda (Yay!).

El libro en cuestión estaba más empolvado que el juego de Jumanji, con su portada de cuero marrón tan antigua y gastada que las letras del título se habían borrado, así que mi primera impresión fue que ese libro debía ser mágico o algo así.Obviamente me llevé una tremebunda decepción cuando me di cuenta de que no contaba ninguna historia (ni era mágico u.u), pero mi papá me recomendó que aún así lo leyera y tal vez esa fue la razón por la que mis compañeritos de escuela decían que yo hablaba como abuelita (aún me lo dicen), por aquello de que en ocasiones decía palabras que incluso uno que otro adulto desconocían.


Ahora toca el turno de los dos últimos libros que he leído. 

El que comencé más recientemente es Rosa de Japón de Rei Kimura. No he pasado del primer capítulo todavía (si el día tuviese 26 horas tal vez ya estaría en el segundo) y narra la historia de Sayuri Miyamoto, una joven que suplantó la identidad de su hermano para convertirse en piloto kamikaze durante la Segunda Guerra Mundial. No puedo decir mucho de este libro todavía, pero el argumento promete.

Y voy a mencionar aquí a El Toro de Minos, de Leonard Cottler, que mi padre me regaló en mi último cumpleaños. No es una novela, sino un libro de arqueología que habla de los más grandes descubrimientos arqueológicos (disculpen la redundancia) de Creta y Grecia y de los mitos y leyendas que ayudaron a dar seguimiento ahí en donde faltaban registros históricos. Lo interesante de este libro es que, aunque no es una novela, está escrito como si fuese un diario y tanto las descripciones del entorno como las sensaciones de los mismos arqueólogos están tan bien detalladas que casi parece que se está leyendo una. Si les gusta la historia y la mitología griega tanto como a mí, este libro es para ustedes.


Me lo he pasado la mar de bien haciendo este tag ¡Mil gracias por pensar en mí, Vannert! (Soy tu fan). Yo voy a nominar a la adorable Noa-ya de Domadores de Palabras y a Lionel de La guarida del lector, pero de igual manera quiero extender la invitación a todo aquel que quiera hacerlo.

9 comentarios en “¿Qué libros esconden las bibliotecas?

  1. n8aya dijo:

    Leí hace semanas esta entrada y no había comentado… WHY?!! XD soy lo peooooooooor
    si sirve de excusa estuve malita ?? ñañañañaañaña

    gracias por la nominación preciosa mía!! Espero que estés genial y como siempre sabes que me encanta y rechifla la madriguera!!! *-*

    Un apapachoteeeeeeeeeeeeeeeee!!

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    • mishusina dijo:

      ¡Guapísima! Adoro tus comentarios, en serio ♡♡
      Tranquila que yo padezco del mismo mal, a veces leo entradas y olvido comentarlas XD ¿Que estuviste malita? Ojala no haya sido nada grave y que ya estés mejor ;)
      Como siempre un gustazo tenerte en la madriguera ^ ^
      ¡Un abrazotoooooooote!

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  2. Vannert dijo:

    Yo decía, ¿dónde se escondía Mishusina?
    Es divertido volver a leer una de tus entradas. Y me divirtió esa última dedicatoria (tendré cuidado de no romperme una pierna). Un abrazo y que disfrutes tu estancia en ese abandonado pueblo del wi-fi :P

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